Denunciamos el desalojo del inmueble en el que se ubica el Bar Txondorra hasta que los arquitectos determinen el daño causado por las obras efectuadas en el sótano del establecimiento.
Del mismo modo que el incendio producido el 24 de julio de 2013 en las cocinas de los bares Atari y Sirimiri pudo tener consecuencias muy graves, y fue un escándalo, porque evidenció la ausencia de control e inspección del Ayuntamiento sobre las obras que realmente se efectuaron en ambos locales.
Hoy tenemos que denunciar nuevamente
otro nuevo escándalo que nos deja atónitos pues se repite, al parecer, el mal
endémico que corroe al Ayuntamiento a la hora de hacer cumplir las Ordenanzas
Municipales: se ha tenido que desalojar el inmueble en el que se ubica el Bar
Txondorra, calle Fermín Calbetón, 7, hasta que los arquitectos determinen el
daño causado por las obras efectuadas en el sótano del citado establecimiento. Éste,
de momento, permanece cerrado aunque desconocemos si está precintado por la
apertura de un expediente.
Al parecer, el edificio se ha hundido
alrededor de un metro.
Parte Zaharrean Bizi Auzo Elkartea
registró el 29 de febrero de 2016 un primer escrito solicitando información
sobre la licencia de obra para reformar el local. Aduciendo además que se
estaba extrayendo una cantidad importante de arena y estimando que procedía del
sótano. La arena se sacaba con volquetes pequeños y se descargaba en dos
contenedores sitos en la calle Aldamar, circunstancia que durante muchos días pudo
ver cualquiera que transitara por dicha calle en las dos direcciones.
La respuesta de la Jefe del Servicio
Jurídico de la Dirección de Urbanismo de 3 de marzo decía…“que por resolución de fecha 30.1.2015 se concedió licencia de obras
para reformar el local”.
En nuevo escrito registrado el pasado
17 de marzo resaltábamos que ese departamento en “ningún caso daba respuesta al hecho de la extracción de arena,
imposible de encontrar en los bajos del local pero sí, a nuestro entender, en
el sótano”. Por lo que nos parecía pertinente preguntar nuevamente al
Ayuntamiento si en dicha licencia constaba las obras en el sótano y si se había
notificado al vecindario y solicitábamos:
- La inspección de la UCOM para comprobar que las obras que se están efectuando se corresponden con las obras que se solicitan en la licencia.
- De no ser cierto, la apertura de un expediente sancionador y la comunicación inmediata al vecindario del tipo de obras que el citado establecimiento, presumiblemente, está realizando en el sótano.
- La no inhibición municipal para aplicar la normativa vigente y la respuesta al escrito registrado.
La situación actual es que personas
ajenas a la mala fe de un hostelero y a la ineficacia e inacción del
Ayuntamiento han tenido que desalojar sus viviendas, no sabemos por cuánto
tiempo, y deben afrontar las gravísimas consecuencias de unos hechos que se
repiten desgraciadamente con mucha frecuencia, aunque las secuelas en todos los
casos no sean las mismas.
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