2016/03/24

La ineficacia e inacción del Ayuntamiento donostiarra y la imprudencia de un hostelero provocan un nuevo y gravísimo escándalo


Denunciamos el desalojo del inmueble en el que se ubica el Bar Txondorra hasta que los arquitectos determinen el daño causado por las obras efectuadas en el sótano del establecimiento.


Del mismo modo que el incendio producido el 24 de julio de 2013 en las cocinas de los bares Atari y Sirimiri pudo tener consecuencias muy graves, y fue un escándalo, porque evidenció la
ausencia de control e inspección del Ayuntamiento sobre las obras que realmente se efectuaron en ambos locales.
Hoy tenemos que denunciar nuevamente otro nuevo escándalo que nos deja atónitos pues se repite, al parecer, el mal endémico que corroe al Ayuntamiento a la hora de hacer cumplir las Ordenanzas Municipales: se ha tenido que desalojar el inmueble en el que se ubica el Bar Txondorra, calle Fermín Calbetón, 7, hasta que los arquitectos determinen el daño causado por las obras efectuadas en el sótano del citado establecimiento. Éste, de momento, permanece cerrado aunque desconocemos si está precintado por la apertura de un expediente.
Al parecer, el edificio se ha hundido alrededor de un metro.
Parte Zaharrean Bizi Auzo Elkartea registró el 29 de febrero de 2016 un primer escrito solicitando información sobre la licencia de obra para reformar el local. Aduciendo además que se estaba extrayendo una cantidad importante de arena y estimando que procedía del sótano. La arena se sacaba con volquetes pequeños y se descargaba en dos contenedores sitos en la calle Aldamar, circunstancia que durante muchos días pudo ver cualquiera que transitara por dicha calle en las dos direcciones.
La respuesta de la Jefe del Servicio Jurídico de la Dirección de Urbanismo de 3 de marzo decía…“que por resolución de fecha 30.1.2015 se concedió licencia de obras para reformar el local”.
En nuevo escrito registrado el pasado 17 de marzo resaltábamos que ese departamento en “ningún caso daba respuesta al hecho de la extracción de arena, imposible de encontrar en los bajos del local pero sí, a nuestro entender, en el sótano”. Por lo que nos parecía pertinente preguntar nuevamente al Ayuntamiento si en dicha licencia constaba las obras en el sótano y si se había notificado al vecindario y solicitábamos:
  1. La inspección de la UCOM para comprobar que las obras que se están efectuando se corresponden con las obras que se solicitan en la licencia.
  2. De no ser cierto, la apertura de un expediente sancionador y la comunicación inmediata al vecindario del tipo de obras que el citado establecimiento, presumiblemente, está realizando en el sótano.
  3. La no inhibición municipal para aplicar la normativa vigente y la respuesta al escrito registrado.
La situación actual es que personas ajenas a la mala fe de un hostelero y a la ineficacia e inacción del Ayuntamiento han tenido que desalojar sus viviendas, no sabemos por cuánto tiempo, y deben afrontar las gravísimas consecuencias de unos hechos que se repiten desgraciadamente con mucha frecuencia, aunque las secuelas en todos los casos no sean las mismas.

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