El nuevo Gobierno Municipal del PNV y PSE tiene mucho
trabajo por delante en hacer cumplir las normas que regulan la ocupación del
suelo público por parte de las terrazas.
Aprobada por ambos partidos en octubre de 2014, con el apoyo
del PP, fue duramente criticada por nuestra asociación (una enmienda a la
totalidad y 140 alegaciones). En nuestra opinión, su ambigüedad y generalidad
en alguno de sus puntos, la falta de un plan de inspecciones y la poca seriedad
de las sanciones eran -y son- una puerta abierta a los incumplimientos. Como,
de hecho, así viene sucediendo.
El anterior Gobierno de la ciudad y los partidos que se la
impusieron, no fueron capaces de gestionar la Ordenanza adecuadamente. No pudieron,
no supieron o no quisieron transmitir unas directrices claras ni a la guardia
municipal y, en especial, a la UCOM, tanto para la vigilancia como el control
efectivo, ni a la Comisión que autoriza las nuevas licencias, en un barrio
declarado hace 15 años zona saturada.
Tras las múltiples denuncias registradas por Parte Zaharrean
Bizi Auzo Elkartea a lo largo de este tiempo, desconocemos los expedientes
abiertos y las sanciones impuestas, si las hubo finalmente.
Este es el mensaje que también transmitimos al actual
alcalde, Eneko Goia, en la reunión mantenida con nuestra asociación el pasado 8
de julio. Julio y agosto son los meses de verano punta, en donde el turismo
masivo amplifica más, si cabe, los problemas de convivencia en la Parte Vieja y
es el período del año en el que la calidad de vida del vecindario se resiente
con mayor intensidad.
Cuál será su talante y el de su equipo está todavía por ver
pero la realidad es siempre tozuda y nuestra asociación detecta día a día que,
tras casi un mes de gobierno, las cosas no han cambiado, continúan igual de mal
que siempre.
La Parte Vieja es una selva en la que ahora, al alimón,
comercios de todo tipo (fruterías, ropa, alimentación, locutorios, tiendas de
turistas…) no sólo de hostelería, hacen prácticamente lo que les viene en gana.
Las fotos que más abajo se muestran, con algunos planos de
las terrazas autorizadas, son algunos ejemplos ilustrativos.
Bar Gorriti, Bretxa,
dos parasoles no autorizados (ver plano) y, además, con propaganda,
expresamente prohibida.
Bar Ambrosio, Plaza
Constitución, una jaima enorme, de color negro, taponando la vista de las
viviendas de los entresuelos. Presumible e inconcebiblemente autorizada. Rodeada
de parasoles que contienen propaganda, expresamente prohibida.
Cafetería del Museo
San Telmo, Plaza Zuloaga. En el espacio de la terraza, justo debajo del
letrero, hay una especie de barra expresamente prohibida en la ordenanza.
Restaurante Ubarrechena, mesas con dos bancos
autorizados -ver plano- pero colocan las sillas hacia afuera para cuatro
comensales.
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Atari, mesa
preparada para diez personas. Añade dos tablas a ambos lados de la mesa.
Expresamente prohibido.
LAMB, entrada a
la plaza Constitución. Elementos de la terraza, mesas y sillas, casi de
continuo apilados en los soportales, cuando en toda la Parte Vieja está
expresamente prohibido.
Calle San Jerónimo, mediodía,
una nueva tienda ofrece ensaladas y bocatas para llevar. Un establecimiento
gastronómico nuevo en un barrio en el que desde hace alrededor de 15 años ha
sido declarado zona saturada. Vende también tapas y latas de cerveza. Ha
colocado como otros establecimientos una repisa y organiza pincho-pote. Y,
además, tiene la pizarra en plena calle. ¿Tiene permiso?
Tximista
Taberna, primeros de julio. Cerrado el establecimiento tal y como
figura en el cartel de la foto pero la terraza continúa colocada.
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Curiosa terraza en el muelle, cercana al Aquarium. Una tienda en una bajera. No sabemos si tiene o no
permiso pero, como no, otra terraza.
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