2015/07/07

RESPUESTA A UN ARTÍCULO DEL DIARIO VASCO SOBRE EL SUPUESTO HOSTIGAMIENTO AL SECTOR HOSTELERO

El pasado 5 de junio el Diario Vasco publicaba un artículo a página completa titulado "Usted no puede tener mesas cuadradas”.

El artículo es una muestra más de cómo se puede desinformar y distorsionar la verdad. Empezando por el antetítulo (“La Guardia municipal realiza inspecciones “muy rigurosas”…), que avanza la supuesta persecución que padecen los hosteleros, y continuando con la elevación al rango de título de una aparente nimiedad ("Usted no puede tener mesas cuadradas") que quien lea interpreta como una orden sin sentido de la guardia municipal.

Pero la periodista oculta que esa “nimiedad” (mesa redonda o cuadrada, una ocupa más espacio que la otra) viene así señalada en la "Ordenanza reguladora de las ocupaciones de suelo de dominio y uso público para la hostelería" en donde se explican los diferentes módulos de terrazas y sus características. Estos módulos se aprobaron para dar facilidades al sector para que eligiera el modelo que más le convenía. Pero, una vez elegidos, (no es baladí resaltar que no lo hace el Ayuntamiento) tienen que aceptar los derechos y las obligaciones de lo que han escogido. Si optan por módulos del tipo 1 (mesas redondas con 4 sillas que ocupan 3 metros cuadrados) no podrán sacar las del módulo 2 (mesas cuadradas con 4 sillas que ocupan 4 metros cuadrados).

Esto lo debería saber la periodista quien no presenta más versión que la de la hostelera entrevistada (“argumentos que llegan al absurdo”, “inexplicable rigurosidad con la que están llevando el cumplimiento de la nueva normativa”), validando en el artículo “el rígido control que se está produciendo” y encubriendo los verdaderos motivos, la lógica opción que le propone la guardia municipal: cambiar las mesas o cambiar los módulos de la terraza, (“es decir, pagar más”).

En las 22 primeras líneas del artículo se nos habla de las terrazas como salvadoras de unos negocios que a duras penas sobreviven, por lo que el obligado y necesario control municipal de la concesión del espacio público pasa a convertirse  en palos en las ruedas del sector hostelero.

Revisar todas las terrazas, reclamar tener a la vista el plano de distribución de las mesas, dejar el espacio libre suficiente para el paso de peatones, no colocar ningún elemento (un carrito en ese caso) fuera del espacio autorizado, no colocar un número mayor de elementos que los solicitados y autorizados, no colocar elementos que el hostelero no ha señalado en la solicitud, no ocupar más espacio que el autorizado con la terraza…, es decir, cumplir la legalidad, es motivo de indignación.

En vez de señalar que son incumplimientos de las condiciones a que se comprometieron cuando solicitaron la autorización de sus terrazas, la periodista quiere reflejar el rígido control que ejerce el Ayuntamiento “en vez de preocuparse en controlar cuestiones más importantes para la ciudad”.

Y, por último, incorpora la explicación de lo que está ocurriendo.

Recogiendo las opiniones de “la mayoría de los hosteleros consultados” no hay ninguna duda de su finalidad recaudatoria. Por supuesto, no señalan la cifra recaudada ya que, además, sabido el leve régimen sancionador de la normativa de Donostia, estamos al corriente de que la cifra “recaudada” resulta ridícula. ¿Por qué no informa la periodista sobre cuántas han sido las sanciones impuestas y a cuánto ascienden? Tratándose del Diario Vasco lo tiene muy fácil.

También añade otras dos explicaciones, más malvadas si cabe: EH Bildu quiere “buscar las cosquillas” a los hosteleros porque no está de acuerdo con la normativa aprobada y/o “como los de Bildu dejan el gobierno, van a molestar a los hosteleros hasta el último minuto”.

En vez de defender el control de lo público por parte del Ayuntamiento, la necesaria acción municipal la presenta como una decisión partidista e igualmente maliciosa, con una clara voluntad de dañar.

Aunque la periodista pretende que quien lea el artículo piense que se está aplicando la normativa con severidad, la asociación sabe al dedillo que desagraciadamente no está ocurriendo así. Al contrario, los incumplimientos de las condiciones en que se concedieron las diferentes terrazas en la ciudad son abundantes, todos los días lo vemos, sin que se corrija, y así lo denunciamos.

Criticar el obligado control municipal, calificarlo de riguroso y absurdo, declarar una voluntad partidista y vengativa en la motivación de ese control, no presentar ninguna opinión distinta (sea municipal sea vecinal), responde al interés del lobby hostelero con el fin de conseguir mayores facilidades y mayor poder.

Una vez más el Diario Vasco hace de punta de lanza del sector hostelero. ¿Se está preparando el terreno para los nuevos gestores municipales?

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